En Honor a San Francisco de Asís
Carlos Penalillo Pimentel
La elección de nuestro Santo
Padre Francisco este 13 de Marzo de 2013 trae consigo múltiples motivos de
admiración y regocijo para los católicos del mundo.
El espacio y tiempo histórico,
recordando a Víctor Raúl, que vivimos en la actualidad hacen propicios los
acontecimientos coyunturales para tener nuestro primer Papa latinoamericano
precisamente cuando el viejo mundo y la primera potencia mundial atraviesan
crisis económicas y morales que con mucha dificultad podrán salir.
Resulta también motivo de
reconocimiento a la trayectoria milenaria de La Compañía de Jesús que por vez
primera se elija a uno de sus representantes como Vicario de Cristo y tener el
gran gesto humilde nunca antes visto de pedir la bendición a los centenares de
miles de personas que asistieron a la Plaza de San Pedro a esperar “el humo
blanco” y el “Habemus Papam”.
México, Centro América y Sudamérica
aportan al mundo el mayor número de católicos, por ende, merecíamos tener un
Papa nacido en estas tierras con características e idiosincrasias comunes que
pueden significar modelos de cambio en religiosidad para el mundo entero. La
oración y la Fe es lo característico en nosotros.
Pero lo más admirable es la
decisión al ser electo Pontífice el Cardenal
argentino Jorge Mario Bergoglio
de llamarse Francisco en honor al Santo cuya vida fue un gran ejemplo de
valores cristianos que merece ser recordada
Siendo joven y de padres adinerados llevo una vida
mundana, se hizo militar, fue preso y cayó enfermo de gravedad, es precisamente
en esos momentos que cambia su manera de pensar y empieza a realizar labores de
caridad a enfermos. Tuvo una visión donde le solicitaban colabore en la
reconstrucción de una iglesia, cosa que llevó a cabo provocando la furia de su
padre quien lo desheredó.
En pobreza y austeridad total
escucha el llamado para hacer el bien en todas partes sin poseer nada (Mateo
10, 5 – 14), así empieza a predicar las enseñanzas de Jesús y forma su “primera
orden” con 12 discípulos. Luego de vencer dificultades logran viajar a España y
Egipto, posteriormente a Tierra Santa donde permanece varios años
Busca ser martirizado y sentir el
sufrimiento de Jesús, que lo logra luego de cuarenta días de ayuno y oración
donde le aparecen los estigmas de la crucifixión de Cristo. Sus últimos dos
años de vida sufre de constantes dolores y muere casi en ceguera total.
Un año antes de morir siendo
Navidad Francisco reúne a los vecinos para celebrar la misa de medianoche con
la figura de Jesús en su pesebre hecho por el mismo, cantando alabanzas al
Señor. Esta linda costumbre que la mantenemos, se inicia con ese primerísimo
“Nacimiento”
Fallece el 3 de Octubre de 1226 y
fue canonizado el 16 de Julio de 1228.
En 1980 Juan Pablo II lo proclama
“patrono de los ecologistas” por el
amor que demostró hacia los animales y la naturaleza que lo plasmó en su
“Cántico de las criaturas”, siendo sus emblemas el lobo, el cordero, los peces, los pájaros y
los estigmas. Su festividad se celebra el 4 de octubre
Otro gran legado que nos deja
Francisco es esta hermosa “Oración por
la Paz”
Señor, haz de mí un instrumento de tu
paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo
esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna
Amen
A raíz que nuestros hijos se
educaron en colegio franciscano, tenemos el orgullo de haber conformado un
grupo de padres de familia que desde el año 1998 intentamos seguir su ejemplo,
llevando la caridad a los que realmente lo necesitan y rezando esta oración que
resume y nos orienta hacia una verdadera vida cristiana
Dios bendiga al Papa Francisco, le
dé fortaleza espiritual y física que necesitará en esta difícil cruzada mundial
de evangelización y cambios en tiempos donde se viene perdiendo la fe, los
valores morales y éticos.
Papa Francisco y la “Cruz de
Tau”. San
Francisco profesaba una profunda devoción al signo Tau, del que habla expresamente el profeta
Ezequiel (9,3-6) y al que se refiere implícitamente el Apocalipsis (7,2-4). Con
ella firmaba cartas y marcaba paredes, y sanaba heridas y enfermedades
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