LA EUROPA NÓRDICA, UN
MODELO SOCIAL, ECONÓMICO Y EDUCATIVO DE BIENESTAR EN LIBERTAD
RESUMEN DEL ARTÍCULO ELABORADO POR EL GRUPO DE
ESTUDIANTES DEL DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ELSA ARAGONES, XIMENA BARRA, CARLOS PENALILLO,
ESTEFANI PROAÑO, PATRICIA VILCAPUMA
Vivimos inmersos en un mundo en el que las sociedades
desarrolladas están develando nuevos paradigmas económicos basados en el desarrollo de
la ciencia y la tecnología, donde el elemento clave para el crecimiento
económico y un sistema de bienestar social se centra en la capacidad de, según
la Comisión Europea, “convertirse en la economía basada en el
conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer
económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor
cohesión social” (p. 9).
Se necesita, por tanto, de una educación a lo largo de la vida capaz
de brindar las competencias necesarias para afrontar un mundo cada vez más
complejo y que, además, reconozca la necesidad de desarrollar en el aprendiente
no solo las capacidades básicas ya establecidas, sino también
generar personalidad, carácter, valores éticos y un sentido de ciudadanía
orientados a desarrollar un amplio rango de habilidades sociales y emocionales
que serán necesarias para enfrentar trabajos futuros, que convivan con una
inteligencia artificial que probablemente equipare a la humana en las
siguientes dos décadas (Schleicher, s. f.).
En las últimas dos
décadas el modelo educativo de la Unión Europea (UE) ha demostrado un
compromiso real por abordar la educación como uno de los ejes de mayor
relevancia en el desarrollo económico y el bienestar
de sus sociedades. Así, lo identifica como “Un nuevo concepto de educación:
invertir en las competencias para lograr mejores resultados socioeconómicos”
(Comisión Europea, 2012, p. 1). En los últimos 20 años, la UE ha venido
monitoreando estos procesos para evidenciar resultados y, de esta manera, realizar ajustes
periódicos pertinentes y oportunos como el ejecutado en el pasado 2016, donde
además de conocimiento, innovación y crecimiento inclusivo, se comprometió a
favor de un desarrollo sostenible, en
concordancia con la Agenda 2030 de la Organizaciòn de las Naciones Unidas (Comisión Europea, 2016, p. 2).
Un testigo de los cambios económicos y educativos que se
gestaron en las sociedades nórdicas en la época de posguerra fue el político
peruano Víctor Raúl Haya de la Torre (1875-1979) quien, en su obra Mensajes de
la Europa nórdica (Fondo Editorial del Congreso de la República del Perú,
2010), ofrece un testimonio directo de sus impresiones y experiencia en base a
los viajes y visitas a estos países escandinavos que emprendió en los años 50.
Lo anterior dará un contexto histórico a la presente investigación, bajo la
perspectiva de un latinonoamericano que manifestó, hace más de cincuenta años,
su admiración por las democracias nórdicas, a las cuales consideró como una de
las más completas y avanzadas del mundo, identificando a la educación pública
como el camino para alcanzar sociedades de bienestar económica y social (Haya
de la Torre, 2010).
Dada la importancia que reviste este tema para economías
emergentes como la nuestra, el presente artículo tiene como objetivo relacionar
el Sistema Educativo Nórdico de los países adscritos a la UE (Dinamarca,
Finlandia, y Suecia) con el desarrollo económico de bienestar que han cultivado
estas sociedades en las últimas dos décadas. Se espera que el presente artículo
facilite una mejor comprensión del modelo educativo nórdico en particular, y
genere una mayor investigación acerca de modelos educativos exitosos para
identificar elementos claves que promueven el desarrollo económico de bienestar
en sus sociedades.
Al hablar de los países nórdicos, nos referimos a los cinco
estados-nación de Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia, así como a
los territorios autónomos de las Islas Feroe, Groenlandia y las islas Åland.
Nos llama especial atención la educación que se ha venido desarrollando allí.
Desde hace décadas escuchamos que estos países tienen un sistema educativo
envidiable para la mayoría de los países debido al acceso que tiene su
población, y a su vez unido a la alta calidad, son varios los reportes que los
ubica en los primeros lugares de rankings mundiales. Esto probablemente se suma
a una buena economía, la cual no corresponde a los modelos capitalistas ni
socialistas que han dominado en los últimos tiempos. La economía de estos
países se maneja en un punto medio, el cual se denomina economía social de mercado, donde el Estado tiene una intervención
fuerte. Esto probablemente se deba a que son países con muchísimos años.
Suecia, por ejemplo, tiene como nación 700 años, lo que lleva a que sean
Estados con experiencia, identidad, mayor cohesión social, salud, seguridad
ciudadana, conservación del medio ambiente, desarrollo tecnológico, ambiente
laboral, competitividad, derechos civiles, igualdad y productividad. Los
sistemas educacionales se han ocupado de fortalecer valores como la confianza
social, el respeto por la ley y baja tolerancia a la corrupción.
Es interesante destacar un escrito del Congreso de la República del
Perú (2010), donde se expone la necesidad de la aplicación de una modalidad
interesante y novedosa de asumir colectivamente la paz, el progreso y la
búsqueda de una democracia más atenta a las necesidades de los menos
favorecidos. Para ello, se remonta al socialismo nórdico, el cual es
considerado como un sistema democrático acompañado de reformas sociales que fue
adoptado por los gobiernos socialdemócratas de esa zona de Europa apenas concluida
la Segunda Guerra Mundial. Haya de la Torre nos muestra, a partir de sus
visitas y observaciones amenamente descritas, un nuevo modelo de organización
socioeconómica basado en la libertad y los derechos sociales, digno de ser
estudiado y comentado. Asimismo, permite conocer este tipo de sociedad
verificando sus detalles más íntimos y peculiares, basándose en entrevistas y
apreciaciones que nos muestran cómo funciona aquel sistema social en los gestos
y actitudes más elementales de sus pobladores. En este Mensaje de la Europa
nórdica se unen el testimonio del viajero curioso, el comentario del observador
atento, a las costumbres y modos de vida de cada rincón del mundo, con un
análisis político de honda visión humanista, que encuentra en los países nórdicos
una forma de enfrentar los nuevos desafíos de la modernidad, sobre la base de
un esfuerzo colectivo que ensancha el horizonte de las realidades de cambio que
el mundo necesita. Este sistema, tal como lo describe Haya de la Torre, se
caracteriza por brindar una atención especial a la educación pública, tener
municipios sumamente participativos y fuertes, combinar diversas formas de
empresa, dando especial estímulo a la empresa cooperativa, sin desmedro del
apoyo a la eficiencia empresarial privada y sin limitar ni desalentar el ahorro
individual.
El devenir histórico nos demuestra fehacientemente
resultados exitosos y prometedores en estos países nórdicos que, por décadas,
han demostrado ser grandes ejemplos a seguir en sus políticas educativas y
económicas. Asimismo, no podemos dejar de colocar como eje y centro hegemónico
del tema a Víctor Raúl Haya de la Torre, quien ideó un modelo político en la
segunda década del siglo XX que coincidía plenamente con lo ejecutado en
aquellos países de la Europa nórdica: Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia.
Haya mencionaba, según relato de entrevista telefónica a
Wilbert Bendezú, que “la democracia debe caminar en búsqueda de la felicidad”,
y en su larga visita a los países nórdicos a inicio de los años 50, en pleno
asilo político por la dictadura de Manuel Odría, comprobó in situ que su
diagnóstico histórico (plasmado en la ideología aprista) era el correcto en
cuanto al desarrollo económico y la evolución social, teniendo como cimiento
principal a la educación de primer nivel y gratuita.
En ese sentido, se conoce que estos países han
erradicado el analfabetismo, la mendicidad y la vejez desprotegida. Los niños
tienen subsidio estatal hasta los 16 años, instrucción libre y gratuita, pan,
abrigo y seguridad, atención de salud buena y barata. No existen barrios
pobres, teniendo índices elevadísimos de buena salud y longevidad, los cuales
son los mejores testimonios de la obra social del Estado.
El niño que nace en los países nórdicos no significa una
carga para su hogar. El Estado lo auxilia desde que nace, lo tutela y lo educa,
lo alimenta y lo adiestra para el trabajo, lo cura y garantiza protección y
estímulos. En otras palabras, lo ayuda a vivir y a producir física e
intelectualmente, y le garantiza un digno amparo en la vejez.
La educación es obligatoria y es llevada a cabo en
escuelas modelos de arquitectura funcional, donde el estudiante recibe comida,
libros, asistencia médica y odontológica gratuita. Además, cuenta con
gimnasios, baños, bibliotecas y espectáculos de la más alta calidad. Al
finalizar la escuela, el Estado continúa tutelando a los jóvenes en el gimnasio
técnico o en el liceo, en la escuela superior o en la universidad, y en cada
etapa de la instrucción y de la vida les garantizan caminos abiertos, estímulos
intelectuales y seguro tutelar vitalicio.
Los países nórdicos aparecen en los primeros lugares de
los rankings mundiales con mejor desempeño en desarrollo humano (IDH), a pesar
de las crisis que vivieron. Ello se explica con la aplicación de la siguiente
estrategia: los sistemas educacionales se han ocupado de fortalecer valores
como la confianza social, el respeto por la ley y la baja tolerancia a la
corrupción. Luego de un tiempo, los frutos de dicha estrategia se tradujeron en
el éxito alcanzado, con economías altamente productivas y eficientes.
El común denominador de estos países es que se
atrevieron a realizar profundas reformas pro-inversión, considerables esfuerzos
en educación y formación y, sobre todo, desregulaciones en los diferentes
mercados, todo lo cual sustenta su sólido y robusto crecimiento económico.
El modelo estudiado nos reafirma la tesis de que lo
utópico se puede convertir en viable, que las crisis sirven de estímulo para
superarse resilientemente, así como lo hicieron países de otras latitudes como
Corea del Sur o el propio Japón. El estado de bienestar social que deviene de
una educación de primer nivel y con las mejores calificaciones internacionales
(PISA), sumado al régimen económico ya descrito, demuestra la hipótesis que fue
motivo del presente artículo, es decir, que existe relación entre el sistema
educativo nórdico y el desarrollo económico de bienestar en su sociedad.
REFERENCIAS
Bendezú,
W. (07 de diciembre de 2021). Entrevista al secretario de Victor Raúl Haya de
la Torre. (C. Penalillo Pimentel, Entrevistador)
Comisión Europea. (2012).
Comisión Europea. (2016).
Haya de la Torre, V. (2010). Mensaje de la Europa nórdica. Fondo
Editorial del Congreso del Perú.
Schleicher, A. (s. f.). Educating students for their future, not our past. Mahatma Ghandi Institute of Education for Peace and Sustainable
Development (MGIEP UNESCO). https://mgiep.unesco.org/article/educating-students-for-their-future-not-our-past