domingo, 17 de noviembre de 2024

 

UN DÍA EN GESTIÓN DE CALIDAD

 

Por: Carlos Penalillo Pimentel

Servicio de Medicina Transfusional Hospital Rebagliati

 

Hace unas semanas escuchaba al Dr. Modesto Martínez Pillado un español experto en calidad convocado por la Asociación de Calidad en Salud del Perú, quién remarcaba su criterio al afirmar: “…Más importante que la Gestión de la Calidad, es la Calidad de la Gestión”. Efectivamente eso es lo que nos debe marcar a los que estamos imbuidos, día a día, en este universo de procesos, protocolos y procedimientos que deberían ser perfectos y de carácter preventivo en errores; pero, esa sería nuestra visión, en un mundo ideal camino a la excelencia.

 

El día en cuestión venía con un motivo más de planificación, no solo la rutina diaria, de donde siempre se desprenden las ramas de lo imprevisto o de los procedimientos no conformes, sino de una presentación de un trabajo en un congreso en el Colegio Médico del Perú.

 

A los incrédulos debo decirles que “al que madruga, Dios lo ayuda”. Es mi forma de ser y toda mi vida siempre he llegado muchísimo antes de la hora de ingreso laboral. Es así como, a sabiendas de mis buenas costumbres, a las 6.20 de la mañana me llama un ingeniero para ayudarlo a ingresar al servicio por un supuesto desperfecto de un equipo. Pues, el vigilante le exigía la autorización del jefe de guardia. En el interín ya estaba iniciando la revisión de los equipos de serología, los controles diarios y los reportes de las analíticas serológicas e inmunohematológicas y, además, verificar en físico las fichas y boletas de los candidatos a donar plaquetas por aféresis.

 

También, encuentro en mi escritorio un reporte de la misma empresa por el caso comentado, la especialista concluyó que el problema era causado por “demasiada viscosidad de las alícuotas de las unidades de sangre”. Algo muy improbable y alejado de la lógica por miles de pruebas cruzadas que hemos realizado en ese equipo y siempre utilizando protocolo de uso de alícuotas.

 

El ingeniero, luego de más de una hora de revisión, limpieza, pruebas y contrapruebas del equipo y observación de la trazabilidad de lo ocurrido encuentra la verdadera causa: se había seleccionado prueba cruzada menor, en vez de mayor, por eso el equipo buscaba plasma, no alícuotas de sangre. Un caso fortuito, resuelto y socializado a todo el personal para evitarlo en lo sucesivo.

 

Cerrado el caso, prosigo con mi rutina de verificación, revisión y validación diaria. Me dirijo al área de donantes para observar que todo vaya bien y dejo las fichas de los donantes de plaquetas aceptados y rechazados. Regresando a mi área, el colega encargado de fraccionamiento y despacho de unidades al Centro de Emergencia de Lima (CELIM) me reporta que no pueden ingresar a su base de datos los hemocomponentes despachados. Del registro impreso pruebo al azar algunos registros y verifico en el sistema de gestión que figuraban como despachados por nosotros, el problema entonces estaba en el CELIM.

 

Intento comunicarme con los ingenieros encargados, a su línea 0800 y no respondían. Me comunico con su jefe y me asegura que actuará inmediatamente. Minutos después me llama para informarme que el ingeniero estaba con su madre en la misma emergencia, en el cuarto piso y le pidió, por favor, que baje un momento ya que los demás ingenieros estaban distantes del hospital. Me acerco al CELIM y constato que, efectivamente, la colega por más que intentaba no lograba registrarlos en su sistema, le informo que está bajando el ingeniero a revisar. En tanto, ingresa consternada la jefa de enfermeras de Salud Ocupacional, quien me pide que la ayude con una solicitud de dímero D que le habían solicitado y que solo se realizaba a pacientes hospitalizados. Fuimos al laboratorio y felizmente encontramos colegas nuevas y serviciales que asintieron al pedido, la acompaño también a toma de muestras y la dejé tranquila a la espera de sus resultados.

 

Regreso al área del Banco de Sangre del CELIM y lo encuentro al ingeniero con evidentes muestras de preocupación debido al deterioro de la salud de su madre. Le ofrecí mi apoyo a través de una médico muy amiga con quién me comuniqué prontamente solicitándole que observe el estado de la señora que ingresó por ACV.

 

Regresando al problema, el ingeniero me reporta que está resuelto y al solicitarle el motivo informa que hubo un error al digitar los números del albarán.

 

Cerrado el segundo caso, regreso a mis labores, veo los resultados de los controles dependientes e independientes de los siete marcadores infecciosos, imprimo los reportes, los subo al software de calidad, verifico las curvas de Levey Jenning, las reglas de Westgard, dejando en óptimas condiciones los equipos para el procesamiento del día. Seguidamente reviso en detalle el listado de verificación de etiquetado, el reporte de baja de hemocomponentes, que las unidades reactivas eliminadas concuerden con el listado que se entregó a los colegas de selección de hemocomponentes.

 

Cuando me dirigía a verificar que los equipos tengan óptimo funcionamiento y que las temperaturas de congeladoras, refrigeradoras y ambientales estén dentro de los rangos permitidos, procedo a leer los reportes en los cuadernos de incidencias de las áreas de trabajo. En ese momento recibo una comunicación de la coordinadora de donantes reportándome que un joven donante al intentar inscribirse con el digitador encuentra que su número DNI había sido registrado, semanas atrás, por una persona 30 años mayor que él, obviamente con otro rostro.

 

A diario lidiamos con un número alto de individuos inescrupulosos dedicados a comercializar sangre.  Esta probada la existencia de mafias ubicadas fuera del hospital. Nuestro número de donantes voluntarios, a pesar que ha incrementado, no alcanza a cubrir la inmensa demanda. Alrededor del 80 por ciento de nuestras donaciones son por reposición, ahí se filtran los vendedores de sangre. En el caso que se presentó, dicho donante perdió su DNI semanas atrás, llegando a manos de esos mafiosos que la usaron para SUPLANTACION DE SU IDENTIDAD.

 

Definitivamente existieron varios responsables. Es un caso de cadena de errores, en identificación del donante, desde el vigilante que pide y observa el DNI, el responsable del área de recepción que da el visto bueno para que pase a registrarse, el digitador que toma la foto al donante y no se percata de la enorme diferencia en el rostro y la edad, de igual modo el que realiza el grupo sanguíneo y hemoglobina, el entrevistador y, finalmente, el personal flebotomista que DNI en mano llama al donante. Así es la “teoría del queso suizo” y sin encontrar justificaciones, la inmensa carga de trabajo puede influir en caer en error.

 

Se acerca la hora de salida, se acaba el día de trabajo con algunas vicisitudes, como es de costumbre. “Los errores se evitan, no se corrigen” decía Albert Einstein. Es algo consuetudinario, elevado y aumentado en la actualidad por el uso y abuso de los smartphones que se ha convertido en una extensión de la mano y causa principal de la distracción y, por consiguiente, de muchos errores.

 

Seguiremos en la cruzada para hacer bien las cosas, demostrar que un excelso profesional debe aplicar convenientemente sus competencias actitudinales, en primer lugar, cognitivas y procedimentales, por el bien del paciente y de toda persona que nos cruzamos en el camino. Con el favor de Dios.

lunes, 8 de noviembre de 2021

 

Feliz 63 aniversario Hospital Rebagliati!!!

La historia de mi vida está ligada a éste grande de la Seguridad Social del Perú, el más imponente, importante y emblemático de toda la patria.
De niño vivía en el edificio San José, a pocas cuadras del bello Hospital. Solíamos ir todos los sábados al parque "matamula" un bosque de juegos convertido en cemento por la dictadura comunista de Velasco. En el camino siempre "rodábamos" en los bien cuidados jardines exteriores que eran inclinados. En su frontis de la Av. Salaverry habían varias casonas y palacetes antigüos, hoy torres de edificios, en uno de ellos teníamos reuniones por la tarde del sábado el Grupo Scout "Jesús María 92" de gratísimos recuerdos. El año 71 nos mudamos al hoy distrito de San Borja.
El año 79 llevamos el curso de Bioquímica Clínica y todas las prácticas las hice en el Rebagliati. Desde esos tiempos aprendí a quererlo, gracias a aquellas personas que nos orientaron y enseñaron lo mejor de la especialidad. Como olvidar al Dr Eduardo Montoya, jefe del Dpto de Patología Clínica que nos obligaba a leer y entender todos los fundamentos de cada una de las pruebas y equipos que se usaban en aquel entonces. La inmensa gratitud a Cecilia Burga quién nos guió como responsable del curso. Disciplina, orden, limpieza y capacitación constante eran su norte.
Luego de varios meses de intensas prácticas continué mi preparación en varios hospitales más.
Fué el 19 de octubre de 1987 que ingresé a trabajar a Microbiología e Inmunología bajo la jefatura de otro gran maestro Alfredo Berrocal Soto 
Son innumerables vivencias en estos últimos 34 años. Orgulloso de pertenecer al equipo de profesionales de la salud. Agradecido a Dios y a la vida por permitirme brindar mis conocimientos y mejor actitud de servicio que lo seguiré haciendo hasta que el Señor lo permita.

domingo, 24 de octubre de 2021

Laudetur Jesus Christus


Hoy el Papa Francisco, comentando el evangelio de San Marcos y el último milagro de Jesús con Bartimeo, cuenta un episodio vivido por él. Un padre con su hija desahuciada viaja a una Iglesia a rezar toda la noche por la salvación de su hija. A la mañana siguiente regresa temprano y ve a su esposa llorando, pero de alegría, ya que nadie se explicaba su sanación. 

Como olvidar lo que nos sucedió a nosotros a fines de julio de 2012. Nuestra hija llega del Cusco, viaje por tierra, con malestar, cansancio y fiebre. Reposa y en la tarde se agudiza su cuadro. Por el FOPASEF le correspondía atenderse en la Clínica Maison de Santé de Surco. La reciben y su saturación estaba en 92. La internan e inician tratamiento para "neumonía atípica". Pasaron dos días y no mejoraba. Encuentro a mi amigo Francisco Macchiavelo de guardia y le pido por favor su opinión. Revisa la tomografía y observa trombo embolia en ambas arterias pulmonares. Ese error de diagnóstico la puso al borde de la muerte. Pasaban las horas y el Dr Díaz de la UCI se nos acerca a mi esposa y a mí a explicarnos el procedimiento a seguir y a firmar en consentimiento informado. Esa madrugada le iban a intentar disolver los coágulos con un potente fibrinolítico. Fueron horas aciagas. A espalda de la Clínica, está la Iglesia del Señor de la Misericordia, me acerqué a rezar inconsolablemente, a pedirle a Jesús su salvación, el éxito del tratamiento. 

A la mañana siguiente, nos asomamos de lejos por la puerta de la UCI y la vimos sonriente. Ocurrió el milagro

Alabado sea Jesucristo!!!


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martes, 17 de agosto de 2021

 ISO 37001 EN LOS SERVICIOS DE MEDICINA TRANSFUSIONAL

Por: Carlos Penalillo Pimentel

Tecnólogo Médico especialista en Hemoterapia y Banco de Sangre

Gestión de Calidad, Servicio de Medicina Transfusional del Hospital Edgardo Rebagliati Martins, Seguro Social del Perú

 

Existe una pandemia consuetudinaria establecida hace décadas en el mundo: la corrupción. Está presente en todos los actos públicos y privados, su práctica es tan común que muchas personas la consideran como un mal necesario, llegando a establecerse frases tan absurdas como “roba, pero hace obras”.

 

Para intentar combatir esta enfermedad, existe desde hace cuatro años una “vacuna” llamada ISO 37001, Sistema de Gestión Antisoborno. Esta certificación la ostentan, en los dos últimos, las cuatro más grandes empresas proveedoras de nuestro Servicio de Medicina Transfusional, lo que, sin ambigüedades, garantiza y asegura correctas políticas de cumplimiento.

 

Los inicios de las políticas de Compliance (el término proviene de la expresión anglosajona “in compliance with de law”, o “en cumplimiento con la ley”) se remontan al afamado escándalo Watergate (1974), que trajo abajo al presidente del Partido Republicano, Richard Nixon. Años después, en 1977, el presidente Jimmy Carter firmó la conocida Foreign Corrupt Practices Act (FCPA), cuyo objetivo principal era cerrar los pagos y sobornos a funcionarios para, así, recuperar la confianza en el sistema de negocios de los Estados Unidos.

 

Dentro de las principales finalidades de la aplicación de esta política tenemos: mejorar el control interno de las organizaciones y lograr una gestión que evite la comisión de delitos, principalmente los actos de corrupción; promocionar los valores éticos en todos los trabajadores; estimular a las empresas a fomentar una cultura de cumplimiento de la ley, y disuadir la conducta delictiva de los empleados

 

Asimismo, los principios éticos que deben adoptar los trabajadores son neutralidad, transparencia, discreción, ejercicio adecuado del cargo, uso correcto de los bienes y cabal sentido de responsabilidad.

 

Dentro de este contexto, lo que no debe presentarse en el ámbito laboral son conflictos de interés, obtener ventajas indebidas, realizar proselitismo político, mal uso de información privilegiada, presiones, amenazas o acoso y nepotismo.

 

Las leyes e innumerables decretos legislativos peruanos relacionados al tema, así como los Códigos de Ética de los colegios profesionales, indican que las personas implicadas pueden incurrir en los siguientes delitos: abuso de autoridad, omisión, rehusamiento o demora, concusión, cobro indebido, colusión simple y agravada, peculado doloso, culposo o de uso, retardo injustificado de pago, cohecho pasivo propio e impropio, aprovechamiento indebido del cargo, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.

 

El amplio conocimiento de estas normas coadyuvará a fortalecer la capacidad preventiva de los actos de corrupción mediante la transparencia, la promoción de una cultura de integridad y la gestión de intereses y conflicto de intereses; los mecanismos de identificación y gestión de riesgos, permitiendo una actuación oportuna de los actores involucrados en la investigación y sanción de las prácticas de corrupción; y, la capacidad sancionadora institucional a fin de evitar la impunidad en los infractores.

 

Las áreas críticas están detectadas. El “Informe de Diagnóstico Priorizado y Actualizado de la Problemática de la Corrupción en EsSalud”, del 14 de noviembre de 2016, elaborado por la consultora Ernst & Young Asesores S. Civil de R.L., en su apartado 5.4, refiere literalmente que “de manera referencial y sobre la base de la información obtenida” los procesos más críticos relacionados a la mediana y gran corrupción que deben ser priorizados por EsSalud, serían: adquisiciones y contrataciones, gestión del Personal (contratación de personas) y gestión de proyectos de inversión.

 

Todos debemos ser intensos actores del cambio, no puede existir una gestión de calidad exitosa si carece de una política estricta de cumplimiento a las normas, leyes y estándares inherentes a esta materia. No aplicarlas conlleva a decisiones dirigidas a favorecer a alguna empresa sin considerar la calidad de sus productos. Los integrantes del equipo de trabajo NO deben asesorar, patrocinar o representar, directa o indirectamente, a ninguna de las compañías proveedoras de la institución. La ética en el ejercicio profesional debe prevalecer y, además, su vigente aplicación constituirá un elemento enaltecer en el quehacer laboral.


domingo, 2 de noviembre de 2014

Sangre de nuestra sangre
Carlos Penalillo Pimentel

No se trata de un tema relacionado a mi profesión ni de fomentar la donación voluntaria de sangre que con terca insistencia lo seguiremos haciendo. Se trata de algo sublime, algo indescriptible, una bendición pequeñita que llena e ilumina nuestro hogar.

Los amigos y familiares mayores que mi esposa y yo nos habían adelantado vivencias y experiencias. Nos decían que no podían explicar con palabras los sentimientos que albergaban. “Ni se imaginan lo que van a sentir”, “Es totalmente distinto a lo que ya han pasado como padres”, “Cualquier babero les resultará chico” y tantas otras expresiones que nos hacían esperar con mayores ansias aquel momento que llegó a finales de Mayo.

El tiempo avanza inexorablemente y las etapas de la vida siguen su cauce normal, aunque a veces el río aumenta su caudal y llegamos más rápido a puertos más lejanos. Con la fe cristiana que marca nuestras vidas debemos colegir que definitivamente Dios sabe lo que hace.

La mente nos hace retroceder y pensamos en nuestros padres y abuelos y en como ellos se desempeñaron en la misma situación que nos toca vivir. De lejos mi suegro Enrique se ganaba rápidamente el cariño y la atención de aquellos nuevos integrantes de la familia. A mi padre le toco vivir experiencias alegres y muy tristes que en silencio soportaba por razones absurdas de nuestra existencia, pero, como no volver a escucharlo cuando nos decía “Que Dios me de vida para llegar a ver a mi nieta cumplir sus 15 años”, luego dijo… a los 18 y lo logro, convirtiéndose en nuestro ángel protector 3 meses después.

Efectivamente resulta difícil expresar en palabras lo que se siente, es una renovación de fe y espíritu, un motivo más de agradecimiento diario a Dios por lo recibido. Somos conscientes  que las circunstancias futuras probablemente nos separe, en tanto, seguirá siendo un motivo importante de vivir, una razón más para nuestra existencia y el complemento de lo que significa ser feliz.

Alguna vez leí que para uno saber si ha sido un buen padre, se debe esperar a ser abuelo y ver en los nietos lo que se les enseño a los hijos, principalmente en valores y virtudes. No existe escuela para padres ni escuela para abuelos, ni leyes ni reglamentos ni normas, solo la palabra de nuestro Señor Jesús que nos orienta y alumbra el camino de nuestra existencia en cada momento y etapa que nos toca vivir y solo queda agradecerle infinitamente por todos los sentimientos que genera en nuestro ser. Esa sonrrisita al verme que encuentro a diario al llegar a casa invade toda mi alma y me derrite todo el corazón.




miércoles, 24 de septiembre de 2014

Doctor, doctor……dígame licenciado

Doctor, doctor……dígame licenciado
Carlos Penalillo Pimentel

Lo ocurrido hace unas semanas con el c. Alan García no es más que un hecho folclórico de nuestro querido Perú, donde estamos acostumbrados a “doctorear” a propios y extraños, de manera amigable o convenida.


Lo cierto es que del universo de profesionales egresados de las universidades peruanas, un reducidísimo porcentaje estudia maestría y posteriormente doctorado. De este pequeño número, apenas el 5% culmina su titulación.

Definitivamente, en su gran mayoría son los médicos, odontólogos, psicólogos y abogados los que se autodenominan “doctores”, siendo realmente sus títulos: Médico Cirujano, Cirujanos Dentistas, Licenciados en Psicología y Abogados respectivamente.

La costumbre está sumamente arraigada en el país y se ha hecho “prácticamente” obligatorio denominarlos así, tan incorrecto se hace que los propios alumnos que están a punto de culminar sus carreras en dichas áreas ya cometen la “falta” de presentarse o firmar como Dr. Fulano de tal y lo peor de todo es que se sienten ofendidos si no son tratados así.

Síntoma de mediocridad o complejo es observado en aquellos que no siendo doctores manifiestan su malestar, fastidio o rechazo por escuchar “doctorear” a otros profesionales de la salud. En Colombia, por ejemplo, sucede lo contrario, a los profesionales de laboratorio clínico, cuyo título universitario es Bacteriólogo, son llamados doctores sin que esto signifique cuestión de estado para nadie.

Nuestro c. Alan García cometió el error de no aclarar su estado de titulación, quizás por las mismas razones que comentamos, pensó acaso que no era necesario hacerlo. Cabe comentar un episodio personal que tuve con la actual alcaldesa de Lima, lo que no significa en absoluto apoyo a su desastrosa gestión, siendo directivo de mi colegio profesional nos convocó conjuntamente con todos los colegios profesionales de la salud a una reunión de trabajo al inicio de su gestión. Al hacerse presente, no falto uno que la saludo como doctora Villarán, ella lo miró y sí le aclaró su condición de profesora sin doctorado.

La vida cotidiana nos lleva también a usar el término de manera amigable como sucede en la calle y con decenas de oficios que luego de su experiencia y experticia se autodenominan “doctores” en sus respectivas habilidades. Recuerdo mucho a un buen mecánico que veía mi Ford Escort, allá por los años 70s, se había mandado a preparar tarjetas de presentación con título de “doctor en motores”. Hay personas simpáticas que exageran, como sucede en mi trabajo, un buen señor que recoge unidades de sangre para trasladarlas a un Hospital de nuestra red, doctorea a toda persona que se le cruza en el camino, ocasionando sonrisas en algunos o reniegos en otros.

Menciono también que este dichoso grado académico se usa de manera convenida cuando queremos obtener un favor o abordar con más facilidad a alguien que sabemos que  hincha su pecho cuando es tratado así.


Seguiremos tratándonos de la misma manera per secula seculorum, pese a quién le pese y le cuadre a quien le cuadre. Hasta el mismísimo Bugs Bunny cuando se burlaba de Elmer Gruñón le decía ¿Que pasa, doc?