martes, 28 de enero de 2025

 

EL RESPETO: ES EL MÁS BELLO SIGNO DE EDUCACIÓN

 

Por: Carlos Enrique Penalillo Pimentel 

 

Título perfecto para lo pensado en escribir a raíz de una conversación con una simpática señora encargada de la limpieza del gimnasio al que acudo hace algún tiempo. Para esto deseo comentar que, por indicación médica, inicié un trabajo de rutinas de ejercicios físicos con el fin de regular mis niveles de glucosa, habiéndome declarado prediabético y, además, presentar síndrome metabólico por problema hereditario de dislipidemia mixta (colesterol y triglicéridos altos).

 

Obviamente tenía que acompañarse de un régimen alimentario equilibrado e hipocalórico que incluían restricciones ya tomadas tiempo atrás, como la se ingerir solo berries (arándanos, fresas, aguaymanto, frambuesas, moras, etc.), ninguna otra fruta por su alto nivel de fructuosa.

 

Para entrar al tema, resulta que el gimnasio más cercano a mi domicilio es una cadena conocida y frecuentada en su mayoría por personas de nivel socioeconómico “A”. Accedí a una promoción amigable por seis meses. Inicié a fines de octubre con una excelente predisposición y amabilidad de la mayoría de entrenadores (coach) que día a día se esmeraban en su atención para luego ir deslizando sus ofertas para que sean mi entrenador personal (personal trainer) por un elevado costo adicional, lo que no acepté debido a que mi finalidad era médica y no estética.

 

Por razones de horario de trabajo los días sábados no puedo ir, el resto de días asisto de tarde y los domingos de mañana, después de ir a misa. Algunas semanas después ya adecuándome a los ejercicios, que por décadas dejé de realizar, me hice unos controles analíticos y efectivamente mis niveles de glucosa bajaron a 80 mg/dL luego de haber llegado a tener por encima de 115 mg/dL.

 

Definitivamente los años de experiencia de la endocrinóloga no son en vano, le estoy agradecido por esa recomendación y por no haberme recetado ningún medicamento como metformina, por ejemplo, que otro médico me recetó años atrás.

 

Regresando al tema en cuestión. Estando casi a diario en el gimnasio, no pude dejar de observar ciertos comportamientos de los asistentes que realmente dejan mucho que desear, empezando por la falta de respeto y consideración: vocabulario inadecuado y soez tanto de jóvenes como de adultos mayores; incumplimiento de las disposiciones internas en el uso de mancuernas, pesas y colchonetas que las deben dejar en su sitio correspondiente; mal uso de los servicios higiénicos, provocando atoros innecesarios en inodoros y lavatorios; “apropiación” de dos o tres máquinas simultáneamente, colocando sus toallas encima dejándonos al resto en espera; los populares “turnamos” de quienes efectúan sus rutinas desesperadamente en tres o cuatro máquinas a la vez sin importarles alterar la secuencia normal de los demás; los que arrancan los pines o fierritos, que sirven para colocar el nivel de peso en los equipos, inutilizándolos para el siguiente usuario; papel toalla usados y botellas descartables vacías arrojadas por doquier.

 

La educación viene de casa, las pésimas costumbres por lo general se adquieren por imitación a nuestros progenitores. Hace un par de semanas observaba a una correcta señora adulta mayor haciendo su rutina al frente mío, terminando sus secuencias agarró las mancuernas y las llevó al soporte destinado para ellas. Realmente me quedé sorprendido ya que en los cuatro meses que asisto, fue la primerísima vez que vi a un cliente hacerlo.

 

Dos días después pasa la dama de limpieza y le comenté la buena actitud de la señora con las pesas y mancuernas mientras ella acomodaba todo el desorden dejado por otros. Inmediatamente me respondió: “Eso no es nada señor, estando haciendo limpieza en el baño de mujeres las señoritas tiraban los papeles al piso y al indicarles que por favor usen la papelera me dijeron ‘para eso estás tú’”.

 

Definitivamente queda comprobado: la excelsa educación se traduce en el más bello signo de respeto al ser humano. ¿Qué se creen las personas cuando maltratan a un humilde ser humano y alteran o pisotean sus derechos?  Este suceso muestra un acto incorrecto de comportamiento y un gesto de discriminación propio de sociedades, como la nuestra, marcada por una sucesión de actuaciones reveladores de la enorme inequidad, desigualdad y ausente empatía.

 

La urbanidad y buenas costumbres siempre deben permanecer vigentes y, especialmente, tienen que evidenciarse en todo tiempo, momento y lugar, por encima de cualquier condición socioeconómica. Constituyen una manera de forjar sanas y recíprocas relaciones de convivencia humana.

domingo, 19 de enero de 2025

PROYECTOS DE MEJORA EN MANTENIMIENTOS PREVENTIVOS, CAMBIOS NECESARIOS Y OPORTUNOS QUE REDUJERON LAS INCIDENCIAS CORRECTIVAS

 

Por: Carlos Enrique Penalillo Pimentel

Tecnólogo Médico - Especialista en Hemoterapia y Banco de Sangre

 

Iniciamos el 2024 con un evento importante que significó mi incorporación como socio adscrito a la Asociación de Calidad en Salud del Perú. En su discurso de bienvenida, la Dra. Ana María Montañez citó una frase que debe ser una máxima para los que estamos imbuidos en estos menesteres: “…Sin ética, no hay calidad”. Meses después, a fines de octubre, en el certamen anual de ASOCALP, el Dr. Modesto Martínez Pillado, inicia su disertación magistral aseverando: “…Más importante que la gestión de calidad, es la calidad de la gestión”. Finalmente, como tercera gran lección del año, nuestro referente y excelente colega argentino José Magariños, inaugurando el ciclo de educación continuada en su recordada ponencia “Verificación de equipos y reactivos para Bancos de Sangre”, culminó diciendo: “…Hay que ser empáticos con los ingenieros y soportes técnicos”.

 

Son precisamente estos conceptos los que nos deben orientar hacia el mejor norte en todos los aspectos que manejamos como parte de un equipo de trabajo que pretende “hacer bien las cosas”, como lo indica el punto número uno del Decálogo de las Buenas Prácticas de la GMP (Buenas Prácticas de Manufactura)

 

El tema en cuestión es la prevención, elemento de vital importancia que nos permite disminuir eventos adversos, errores y frecuencia en los correctivos como lo podemos evidenciar en nuestros archivos anuales. Al respecto, mucho tiempo nos tomó, el convencer a los responsables de ingeniería biomédica, sobre la necesidad imperiosa de realizar cambios en las frecuencias de los mantenimientos y, además, incluir, como siempre debió hacerse, los equipos de protección eléctrica en los cronogramas anuales de mantenimientos preventivos.

 

El buen trato, el respeto y la comunicación asertiva deben existir siempre entre el usuario y el proveedor o servicios de mantenimiento de los hospitales, centros de salud o clínicas particulares. Es el mejor punto de partida para conseguir resolver de manera más eficiente y eficaz todas las incidencias, desperfectos o urgencias que se presenten en nuestros servicios. La atención ante cualquier eventualidad debe de ser 24/7 ya que, del mismo modo, nuestra atención y servicio se realiza las 24 horas del día de todos los días de la semana.

 

Este respeto y buen trato jamás debe verse enturbiado con algún conflicto de interés, soborno o corrupción. De lo contrario, dejaríamos de lado la base principal que sustenta la calidad que es la ética: principio indiscutible, central en este quehacer profesional y no negociable bajo ningún concepto.

 

Luego del preámbulo entramos al tema principal sobre los cronogramas de mantenimientos preventivos que todos debemos tener listo al iniciar cada año. La “calidad de gestión”, este aspecto primordial e importante podrá ser medido y registrado por el número de mantenimientos correctivos que se puedan presentar a lo largo del tiempo indicado.

 

Fue así como convenimos con las empresas proveedoras a trabajar con un nuevo esquema de cronograma anual. Los equipos con carga intensa de trabajo pasarían a tener mantenimientos preventivos trimestrales y no semestrales como era lo usual. De igual modo, y para ser concordantes con nuestros pensamientos y objetivos, los mantenimientos semanales -que nos corresponde hacer como usuarios- lo pasamos a ejecutar cada tres días.

 

Todo ello contribuyó sustantivamente a los logros obtenidos, resultaba a todas luces algo lógico pensar en dichos cambios, a mayor uso, mayor desgaste. La necesidad de limpieza, para empezar, como calibraciones de piezas medulares en equipos sofisticados requerían las visitas más seguidas de los expertos biomédicos.

 

 

MANTENIMIENTOS CORRECTIVOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2023

2024

REDUCCIÓN

AUTOANALIZADORES INMUNOSEROLOGÍA

77

32

58%

ANTOANALIZADORES INMUNOHEMATOLOGÍA

45

35

22%

SEPARADORES CELULARES

 

25

8

68%

 

 

Las cifras hablan por sí solas, los cambios fueron necesarios y oportunos. Este logro marca un hito en la historia de una “calidad de gestión” que se plasma en las mejorías evidentes en unas de las áreas más importantes de toda gestión de calidad, los mantenimientos preventivos.

 

Cabe mencionar otro aspecto necesario que coadyuva con estos propósitos. Hemos conseguido que las empresas lo incluyan en sus procedimientos de mantenimientos preventivos. Los equipos de protección, muchas veces son olvidados hasta que fallan, precisamente por falta de mantenimiento. Las computadoras, estabilizadores, sistemas de alimentación ininterrumpida de energía (UPS) y otros, requieren también similar trato que los equipos.

 

La ética en la “calidad de gestión”, el sentido de responsabilidad, la mejora continua, la capacidad de entrega permanente en el ejercicio del compromiso profesional asumido, en un área tan sensible y determinante en el sistema de salud, son componentes fundamentales que deben mantener siempre la vigencia que ameritan.